
La descarga deliberada del destello de la voluntad
Le enseñó a quererme, no solo a quererme y desearme. Si puede amarme, va a darme todo lo que necesito, basándonos en la confianza que me permite no temer hacer el absurdo con relación a mis deseos y no tener prejuicios con los suyos, por locos que parezcan.