
La penúltima idea para mejorar el misionero consiste en estirar la mano
Lo ideal es ser un buen oyente, animar a el resto a que hablen de sí, escucharles y entonces aprovechar todo tu conocimiento para inducirles al camino correcto. Es una gran forma de emplear nuestro conocimiento para influir en la gente positivamente y ser más valorado.