
Simpática, fogosa y con buenísima presencia
De hecho, la adoración de las imágenes es practicada por personas absolutamente ajenas a las doctrinas del Sastra, y por consiguiente proveídas de una muy baja espiritualidad; se trata de gente que guiadas por una fe ciega creen en los poderes mágicos de determinadas imágenes y también iconos materiales.