
Después de todo, los cambios siempre y en todo momento dejan sus cadáveres en la industria
Violeta, dije, y después pensé, qué palabra tan tonta y segura. ¿Quién quiere pronunciar tres sílabas cuando tienen dolor? Además de esto, sonaba demasiado como violencia. Pero apenas podía mudarlo, puesto que efectivamente no me pagaba para recitar el contenido de una caja de Crayola.